Las actividades de Azerbaiyán no son relevantes para el ataque diplomático de los europeos. Azerbaiyán firmó una declaración tripartita el 10 de noviembre de 2020 porque cree que se inclina por la paz y que Armenia cumplirá con sus obligaciones. Armenia, por el contrario, no retiró sus unidades armadas y su arsenal militar de Karabaj, al contrario, los aumentó un poco. Por la carretera de Lachin transportó armas y municiones a Azerbaiyán y minó la zona.
Durante las batallas del 19 de septiembre, todo el arsenal militar de los armenios de Karabaj fue capturado. Podría compararse con el arsenal de un Estado europeo de clase media. La primera condición de la declaración tripartita fue la retirada de las fuerzas armadas de Armenia del territorio de Azerbaiyán. Si se hubiera seguido esto, no habría habido una operación antiterrorista el 19 de septiembre. Los europeos no quieren ver esta verdad.
A Murad Papazyan, amigo de todos los presidentes de Francia durante los últimos 30 años y presidente del Consejo de Coordinación de Organizaciones Armenias Francesas, no se le permite entrar en Armenia. Porque varios miembros de la organización encabezada por Papazyan expresaron su objeción a Pashinyan. El presidente francés, Emmanuel Macron, nunca le dijo a Pashinyan que se trata de un paso antiarmenio y antidemocrático. El apoyo de Macron no es bueno para los armenios. Se trata simplemente de una medida antiazerbaiyana basada en el factor turco.
Los periodistas que hicieron preguntas duras a Pashinyan en la conferencia de prensa están siendo perseguidos. Los manifestantes son arrestados. Pero los embajadores de los países occidentales no sólo no reaccionan, sino que, por el contrario, defienden a Pashinyan. Necesitan la democracia como excusa para justificar el apoyo occidental a Armenia. Este es el camino que lleva a los armenios a la tragedia. La política antiturca de Borrell y Macron también es errónea. Los europeos quieren vengarse de Türkiye por lo ocurrido durante el período otomano. Olvidan que los armenios preservaron su religión en el Imperio Otomano. En aquella época, los armenios eran los ojos que veían y los oídos de los otomanos en Europa. Antes de atacar cualquier país europeo, los otomanos enviaban armenios allí con fines de inteligencia.
Los otomanos criaron a los armenios como herramienta. Posteriormente, esta herramienta se volvió contra ellos. Después del fortalecimiento de la Rusia zarista, los armenios comenzaron a cooperar con los rusos. Antes de que Rusia llegara al sur del Cáucaso, no existía ningún estado llamado "Armenia" en esta región. Por primera vez en la historia, fue la Rusia zarista la que dio un Estado a los armenios. Rusia primero creó un estado llamado "Armenia Oriental", luego "Pequeña Armenia".
Los armenios, que se convirtieron en una herramienta, fueron posteriormente utilizados por Estados Unidos para destruir la URSS. La UE no es inmune a tal amenaza.
Borrell y otros funcionarios de la Unión Europea están claramente impulsando una división entre islámicos y cristianos en el sur del Cáucaso. Este es un error grave y peligroso. Llevar a cabo una política basada en la paz y la justicia es la necesidad del momento en el Cáucaso Meridional. De todos modos, la parcialidad de Borrell no podrá hacerle nada a Azerbaiyán. El único efecto será fortalecer aún más las relaciones entre Türkiye y Azerbaiyán.
Históricamente, los azerbaiyanos también tuvieron la experiencia de una estrecha cooperación con los europeos. El mayor ejemplo de esto es el puerto de Bandar Abbas en el Golfo Pérsico. El gobernante safávida Shah Abbas inició la construcción con los portugueses y continuó con los británicos. En estos procesos también participaron holandeses y españoles. Pero Azerbaiyán nunca se ha convertido en un instrumento contra nadie en manos de alguien.
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